Sospecha si puedes tener un síndrome de apnea de sueño

Su sospecha es muy sencilla. Normalmente el compañero de cama o habitación es el que da la voz de alarma cuando comienza a notar unos ronquidos que en ocasiones son tan intensos que incluso le obligan a abandonar la habitación. Además observa que la persona afectada no respira de una forma normal o regular mientras duerme, sino que de vez en cuando "parece que deje de respirar". Este último hecho alarma mucho al compañero de cama, el cual opta en numerosas ocasiones por darle golpes al paciente para que se despierte. Ni más ni menos eso que se observa es la llamada apnea de sueño, la que a largo plazo puede traer consecuencias de extrema gravedad. Las personas afectadas por el síndrome de apnea de sueño pueden tener hasta 400-800 pausas respiratorias en una sola noche. Si esto se repite noche tras noche, lo que suele ser la norma, mes a mes y año tras año se producen severas consecuencias a nivel del sistema cardiovascular. Generalmente las personas afectadas suelen ser obesas, aunque hay casos también en personas delgadas.
Estos pacientes, debido a su mal sueño nocturno, tienen una gran facilidad para dormirse durante el día, pudiendo hacerlo en cualquier momento en que se encuentren relajados. Es muy fácil que se duerman después de las comidas, en el baño, en reuniones o viendo la televisión. Hay personas que se han dormido comiendo, cayéndoles la cabeza sobre el plato de la sopa, o fumando, quemándose al caérseles el cigarrillo de las manos. Esto no parece que pueda tener más importancia pero si se tiene en cuenta que si alguien con altas responsabilidades sociales o políticas está afectado de esta enfermedad y presenta somnolencia mientras se encuentra en una reunión de alto nivel sus decisiones pueden ser malt tomadas y ser erróneas y las consecuencias sociales, económicas o políticas pueden ser importantes, sencillamente por no encontrarse plenamente alerta. No nos extrañe que para mantenerse lo más despiertos y atentos posible o bien se pellizquen continuamente las piernas o bien a menudo vayan a lavarse la cara, tomar cafés, etc.
Una de las actividades más relajante y aburrida pero que necesita de mucha atención es la de conducir automóviles. Muchas de estas personas tienen facilidad para dormirse al volante y pueden tener accidentes serios con consecuencias fatales no sólo para ellos sino también para el resto de ocupantes del vehículo y para otras personas. Podemos decir que si no son diagnosticados y tratados constituyen un peligro público. ¿Qué se puede pensar cuando leemos o escuchamos las noticias de estos trágicos accidentes de carretera en los que han perdido la vida tantas personas ?. Hasta que no se demuestre lo contrario es probable que el conductor se haya dormido conduciendo, a consecuencia de un trastorno de sueño, probablemente de un síndrome de apnea de sueño. No hay ninguna duda de que hay accidentes por exceso de velocidad, por fallos mecánicos, por el mal estado de la carretera, por descuido, por consumo de alcohol, etc, pero dada la frecuencia de esta enfermedad se debe pensar que hay numerosos accidentes por quedarse dormido al volante. El problema es que si el conductor ha muerto no se puede demostrar que se durmió y si el conductor sobrevive es muy probable que no lo reconozca por el miedo a ser despedido del trabajo, por vergüenza o porque no es plenamente consciente del problema. Es muy probable que nos diga que no sabe lo que le pasó. Pensemos que algunas de estas personas pueden ser conductores de vehículos públicos, de aviones, de helicópteros, de barcos, etc. Es un problema más serio de lo que parece a primera vista y que llevará consecuencias médico-legales muy probablemente a corto plazo en donde tendrán que intervenir las autoridades sanitarias y de tránsito para pronunciarse y tomar medidas. Teóricamente a estas personas se les debe recomendar que no conduzcan ni lleven maquinaria peligrosa hasta que se haya solucionado su trastorno el cual puede ser resuelto con relativa facilidad después de una evaluación por médicos expertos en el tema y un estudio completo que incluya estudios de sueño durante una o dos noches.

 

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